Ari Folman, el director de este peculiar documental en dibujos animados, indaga en su experiencia como soldado israelí.
La búsqueda del realizador comienza cuando un antiguo compañero de armas le confiesa que tiene un sueño recurrente donde siempre aparecen unos perros. Ambos llegarán a la conclusión de que esas imágenes remiten a su intervención como militares en el Líbano.
Consciente de que sus recuerdos sobre el conflicto armado son igualmente confusos, Folman decidirá entrevistar a aquellas personas que le acompañaron en aquella horrible experiencia. Poco a poco, y mediante la mezcla de testimonios reales e imágenes creadas por el subconsciente del propio cineasta, vamos desvelando lo que ocurrió en aquella terrible guerra. El dibujo animado actúa dando uniformidad tanto al plano documental como el meramente poético y casi surrealista.
Con sensibilidad y una enorme fuerza visual, el realizador judío va mostrándonos el sinsentido de una guerra de la que los propios soldados no salieron indemnes. Vals con Bashir es brillante por lo importante que es lo que nos cuenta, la manera de la que lo estructura y forma en la que lo plasma (mezcla de realidad, sueño, recuerdo... pero nunca ficción aunque lleve su sello). Es una película inusual, rompedora e inclasificable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario