Como todo se puede hacer ya por medio de un ordenador, Tomás, que es agorafóbico, no ha salido de su piso en los últimos ocho años. Como además es un sociópata, tampoco recibe a nadie, relacionándose exclusivamente en el ciberespacio. A pesar de que su vida parece estar completa, extraña el contacto humano y, siguiendo el consejo de su analista, decide quedar con una mujer a la que ha conocido por medio de un servicio on line.
En una inquietante premonición de nuestro porvenir, la película explora la singularidad del contacto virtual y la falta de peso carnal de una vida mediada por la distancia y el ordenador. Más sutil que brutalmente se exponen importantes reflexiones con un gran sentido del humor que no evita el dramatismo, creando una excitante historia de la buena ciencia-ficción: la que entretiene a la par que analiza hablando del futuro el ser humano y la sociedad del presente.
En una inquietante premonición de nuestro porvenir, la película explora la singularidad del contacto virtual y la falta de peso carnal de una vida mediada por la distancia y el ordenador. Más sutil que brutalmente se exponen importantes reflexiones con un gran sentido del humor que no evita el dramatismo, creando una excitante historia de la buena ciencia-ficción: la que entretiene a la par que analiza hablando del futuro el ser humano y la sociedad del presente.
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